Lámpara Osso de Carlo Nason para Mazzega, Italia, 70s. — Escultura en vidrio de Murano.
Parte de la colección Luminous Narratives, la lámpara Osso de Carlo Nason para Mazzega surge como una escultura luminosa que trasciende la función. Diseñada en la década de 1970 y nombrada a partir de la palabra italiana hueso, Osso es una meditación táctil sobre la forma orgánica y el poder sutil de la narración material. Su estructura — dos gruesos módulos curvos de cristal de Murano fusionados en un suave abrazo asimétrico— evoca vértebras, fósiles o movimiento congelado. El resultado es un objeto que se siente a la vez anatómico y elemental, como extraído del cuerpo y de la tierra a la vez.
Esta luz no es solo una iluminación, sino una presencia. El vidrio, sutilmente irregular y denso, difunde un cálido resplandor interior que se mueve al ritmo de la habitación, evocando fenómenos naturales como el hielo, la piedra o los sedimentos suspendidos en el tiempo. Anclada sobre una base minimalista, la forma parece casi flotar, invitando a la mirada a detenerse y a la mano a alcanzarla.
Como en muchas de las colaboraciones de Nason con Mazzega, Osso refleja una profunda curiosidad por la modularidad y el gesto material. Pero aquí, lo funcional desaparece tras lo escultórico: esta es una pieza para vivir, observar y retornar a ella. Un monumento silencioso al diseño como poesía, donde la luz se convierte en emoción y la forma en memoria.
Sólo una pieza disponible.
ESPECIFICACIONES DEL OBJETO
PRODUCTO: Lámpara Osso · ICONO DEL DISEÑO
DISEÑADOR: Carlo Nasson
FABRICANTE: Mazzega
ORIGEN: Italia
PERIODO: Años 70.
MATERIALES Y TÉCNICA: Cristal de Murano, soplado a boca
COLOR: Opalina blanca
DIMENSIONES: (+-) Alto: 16 cm, Ancho: 25 cm, Largo: 20 cm
CONEXIÓN ELÉCTRICA: original | verificada | bombilla E27, no incluida
ESTADO: Excelente estado
Carlo Nason
Carlo Nason abordó el vidrio como un diseñador de otro planeta: preciso, silencioso y radicalmente moderno. Nacido en 1935 en la isla de Murano, creció en una familia de maestros vidrieros, pero su visión rompió con la tradición. Formado en el taller familiar, exploró la serialidad, la transparencia y el lenguaje estructural de la luz. Sus lámparas no solo iluminan, sino que habitan el espacio.
La mayoría de sus icónicas piezas de iluminación fueron producidas por Mazzega, donde contribuyó a forjar una nueva visión de Murano. La opalina en capas, las transparencias ahumadas y las formas entrelazadas se convirtieron en señas de identidad de su universo luminoso: mitad escultura, mitad luz, mitad sueño.
Sus obras se encuentran en las colecciones del internacionalmente famoso Museo del Vidrio Corning y del Museo de Arte Moderno de Nueva York.